Tal vez nuestras manos no pueden curarlo todo, o tal vez, como se nos explicaba un poco irónicamente en la universidad, nuestras manos ni siquiera puedan curar nada, pero sí podemos, con ellas, ayudar al organismo a conectar con su propia fuente de “alimentación” donde tendrá lugar después el proceso natural y fisiológico de la omeostasis.
La homeopatía, la acupuntura, la osteopatía .. son todas ellas terapias holísticas y eficaces cuyo objetivo principal es ayudar a fortalecer este proceso.
Los osteópatas y fisioterapeutas, o los fisioterapeutas osteópatas, tratamos de restaurar el funcionamiento adecuado del cuerpo a través de la terapia manual.
Nuestras manos recorren el territorio corporal tratando de llevar sus tejidos a un estado de tensión más equilibrado, liberando los obstáculos que impiden el libre acceso del flujo sanguíneo hormonal y nervioso necesario para la nutrición y reparación de los tejidos; A través de las manipulaciones y suaves contactos, proponemos una mejor alineación de las estructuras corporales para que su “inteligencia funcional” se asiente de una forma más económica y eficaz, evitando el desgaste innecesario de recursos energéticos que necesita tener disponibles para su plena expresión de salud.
Desde una visión holística del organismo, los fisioterapeutas, con nuestras manos, tratamos de reconducir de nuevo a los cuerpos a su propia curación, evitando en la medida de lo posible que las disfunciones se anclen de forma permanente hasta enfermarlo.